Antes de recorrer la Cordillera de Nahuelbuta pasamos por Lota para poder ir a la mina de carbón Chiflón del Diablo.Es toda una experiencia internarse bajo el mar e imaginar cómo fue trabajar ahí, con muy poca luz, en un lugar muy estrecho y en condiciones muy básicas.
Otro lugar que debes recorrer en Lota es el parque de Lota.Mas información aquí.
En Noviembre de 2007 tuve la oportunidad de conocer la mina de cobre División Andina de Codelco, ubicada en la cordillera de Los Andes a 3700 metros sobre el nivel del mar. A medida que avanzábamos sentí una sensación de agolpamiento en los oídos y un dolor de cabeza tenue.
No pude evitar comparar con la mina de Lota y se hizo más presente el esfuerzo de aquellos mineros, incluso me pregunté si tanto esfuerzo valía la pena.
En Andina es totalmente diferente, el bus nos llevó hasta las entrañas de la cordillera, equipados con parka, lámpara, lentes de seguridad y máscara.
Por dentro es bastante iluminada, en contraste a la oscuridad de Lota, llena de escaleras, la altitud hace su parte y subir un par de escalones es bastante más difícil que hacerlo en mi casa.
Ver el proceso de producción de cobre fue, sin duda, una experiencia única y al salir y ver la inmensidad de la cordillera no pude evitar sentirme minúscula.
Siempre fui de vacaciones al sur de Chile, por lo general, a Calbuco, a una hora de Puerto Montt, pero en el 2007 hicimos un recorrido por varios lugares, una especie de road trip.
Entre esos lugares, uno de ellos fue la cordillera de Nahuelbuta, por la carretera desde Concepción hacia Angol.
Es un viaje muy lindo, lleno de naturaleza, pasaras por lugares como Contulmo, el Lago Lanalhue, Cañete, y otros pueblos como Ponotro y Reputo.
La primera vez que salí de Chile fue a Rio de Janeiro. Todavía recuerdo la sensación al salir del aeropuerto, la sensación de humedad y calor a las 2 de la mañana. La gente todavía jugaba fútbol a esa hora. Mi hermano y yo nos quedamos en Copacabana. El primer día me resultó extraño ver salir el sol desde el mar, porque como vivo hacia el océano pacífico, el sol aparece desde la cordillera de Los Andes. También ver el sol tan temprano, antes de las 6 de la mañana. No es que me levante siempre tan temprano, sino que no cerré las cortinas y el sol resplandeciendo en la habitación me despertó. A esa hora pude ver personas corriendo por la playa y mucho tráfico.
Desde antes de llegar no me gustaba la idea de tanto calor, pero eso no iba a impedir que pudiera ir a Rio.
Los cariocas son muy alegres, lo que no me sorprende, porque a toda hora hay gente corriendo por la playa sin importar el calor, la humedad, ni ese sol que multiplica su luz con las arenas blancas.
Al primer lugar que fuí fue al Cristo redentor ubicado en el cerro Corcovado a 700mt sobre el nivel del mar. Llegar ahí fue sorprendente y, de cierto modo, sobrecogedor, porque es el ícono por excelencia de Rio de Janeiro y, en general, de Brasil y pararme bajo su sombra, mirar hacia el cielo, ver y sentir cuán imponente es fue realmente sorprendente.
